El ser mujer en pleno siglo XXI
es más peligroso que regresar en el
pasado a la Edad Moderna donde la caza
de brujas permitió atroces torturas y muertes en las que fueron juzgadas,
sometidas y condenadas decenas de
mujeres sin ninguna derecho a un abogado o a ser escuchadas. Hoy retomo el caso de las dos turistas
argentinas, quienes llenas de ilusiones apenas estaban empezando sus estudios
profesionales y su vida, Mariana y Maria
Jose salen de su país natal en busca de
descubrir y conocer los distintos lugares y culturas que hay en el continente
americano sin pensar que en este viaje encontrarían la muerte.
Los feminicidios se han puesto
muy moda en estos días como si las leyes y las duras condenas no fueran
suficientes para detener este tipo de asesinatos, esto se le debe en gran parte
a los medios de comunicación quienes en sus titulares incitan y muestran
imágenes indeseables y describen sin pena alguna y con el amarillismo la muerte
de una mujer a manos de un asaltante, de su pareja o peor aún de su hermana o
hijo.
La muerte de las dos turistas en Montañita, Ecuador, desato polémica en los distintos medios de comunicación de
los dos países que están implicados en este hecho. Se ha dicho mucho de las
jóvenes, como que ellas mismas buscaron la muerte por ir con sus agresores,
que porqué van dos mujeres solas de
viaje y que fueron ellas quienes provocaron a sus asesinos con sus vestimentas. Esto no quiere decir que por llevar shorts o
minifalda y estar de viaje sola en un lugar que visitan muchos estoy buscando los
males para mí; esto lo que esta demostrando una vez más es que vivimos en una
sociedad en donde el femenicidio vive en armonía con esta, la que juzga por
que no comparte la libertad de expresión de otras personas solo por su modo de vestir,
creencia o cultura y que somos nosotras las mujeres las que incitamos a la
violencia de genero por nuestros comportamientos.
Así como cualquier otra mujer que
vive en pleno siglo XXI en donde se
supone que se aplican y promueven los distintos derechos humanos como la
no discriminación, la igualdad de género y el vulnerado derecho a la vida, se
está expuesta no solo a que le violen estos derechos sino también a que se le
insulte por el simple hecho de
vestir, a que se les conquisten con perfiles falsos en redes sociales y se les amenace, se está expuesta a ser agredida al salir de casa sola, a que le
toquen sus partes íntimas en un autobús, en clase o en un parque solo porque
fue ella quien decidió salir y encontrarse con intimidantes, asesinos y
desadaptados que andan libres por las calles tentados por la mujer a cumplir
con las agresiones.
Evitemos que los medios de comunicación
nos presenten más imagenes sangrientas que atenten contra la integridad y la vida de la
mujer y denunciemos los casos de agresión
femenina. Ser mujer es ser madre, amiga y hermana, es ser libre, tierna y
vanidosa. En memoria de Mariana
Menegazzo y Maria Jose Coni.